jueves, 20 de noviembre de 2014

Quizás

Con el susurro del viento abrí los ojos y vi tu imagen: frágil, pero a la vez robusta; cansada pero ansiosa. Toda tú eres conflicto. Quizás sea eso lo que más me gusta de ti. Que me recuerdes al caos de las tormentas, al ruido de las olas al romper con las rocas, al fuego en las calles, a las balas en las barricadas. Sí, es eso: el recuerdo de cosas que aún no he realizado. Admiro la lucha que realizas a diario. Hay que ser muy valiente para salir de la cama. O loca. Quizás seas ambas. Quizás te adore por ver la realidad de otra forma a la que lo hago yo. Quizás sea porque ninguna de las dos la vemos como les demás. El misterio de tu mente es apetitoso. Aunque podría llevar al terror a la mayoría, siento un irresistible deseo de conocerla. Quizás sea que después de siete meses cada día me hagas más feliz. Quizás, que adore ver cómo experimentas, cómo creces como persona. Quizás sea que adoro ver cómo derrumbas tus muros, cómo degollas a tus demonios. Quizás sea todo.

-Melok.

jueves, 10 de julio de 2014

Lo que más me gusta de ti, eres tú.

Me gustas. Me gusta cada parte de ti, hasta el más mínimo trocito de piel y la conexión más recóndita entre tus neuronas. Me gusta cómo se te desordena el pelo tras las orejas, y el tacto que tiene entre mis dedos. Me gustan los hoyuelos que te asoman cada vez que sonríes, así como los huequecitos entre tus dientes, y las arrugas bajo tus ojos. Me gusta la suavidad de tus manos al tocarme, pero también la firmeza y seguridad que me aportan. Me gustan tus abrazos, porque me hacen sentir débil y fuerte al mismo tiempo, como si fuera una niña pequeña desprotegida, pero a la vez tuviese la energía necesaria para enfrentarme a cualquier cosa. Me gusta tu voz, suave y sensual dependiendo de la situación, y el ahogo que desprende cuando te preocupas. Me gusta tu olor, que como bien prefijo Sami, es dulce pero nítido, como una línea con curvas muy suaves. Me gustan tus labios, carnosos y suaves, y las grietas que a veces aparecen y a mí me llevan a pensar que es algún tipo de fuga para tu alma. Tus labios, que se me antojan tan a menudo. Me gusta cómo me miras, porque no lo haces como si fuera un cachorro herido, sino más bien un gran depredador de la sabana. O cuando me miras con cariño como si fuera lo mejor que has tenido entre tus brazos —o entre tus piernas—. Me gusta que me consideres inteligente y me cuentes cosas, aunque sepas que no puedo entenderlas. Me gusta que creas que no eres lo suficiente para mí cuando es al contrario. Me gusta tu forma de pensar, tan única. Me gusta que te cuestiones cosas que los demás dan por hecho. Me gusta observarte cuando lees, con los ojos levemente entrecerrados, y a veces juraría que se puede escuchar a tu cabeza procesar la información. Me gustan tus gestos al hablar, o cuando haces idioteces conmigo que nadie más entiende. Me gusta mirarte y escucharte cuando cantas una de tus canciones en catalán, mientras me vas explicando cosas que sabes que se me escapan. Podría seguir horas escribiendo sobre cosas que me gustan de ti, pero resumiendo, lo que más me gusta de ti, eres tú.


-Shirley.

lunes, 9 de junio de 2014

Shirley.

En tus brazos la encuentro,
esa felicidad añoraba
que albergaba dentro.

Chica que se apagaba,
poco a poco moría
su gélida alma, tan fría.

Tanto quería acabar con todo,
tan frágil era que lo intentó.
Mas, por fortuna, falló.
Y ahora vamos codo con codo.

Con su cariño amanezco,
con sus sonrisas anochezco.

Qué más decir 
de quien alegra mi vivir.
Darte gracias a ti,
mi pequeña Shir.

-Melok

domingo, 8 de junio de 2014

Ahogo

Abrió los ojos y comenzó a ahogarse. Estaba bajo el agua, en las gélidas aguas de un mar cualquiera. Empezó a nadar hacia la superficie para poder respirar. Conforme se acercaba empezó a ver su reflejo en el límite del agua. Estaba desnuda. Sus pechos se encontraban cubiertos por sus cabellos. Miro la parte inferior de su reflejo: escamas, una cola de pez. No se lo podía creer. Era una sirena. Comenzó a respirar, recordó cómo hacerlo de nuevo. Fue a tocar su imagen y en cuanto sus yemas tocaron la superficie se levantó súbitamente en su cama. Qué cruel haber despertado de su sueño perfecto. Qué cru...
Un brazo la rodeó. Una cabeza se instaló en su cuello. Un beso furtivo le robó calor en sus mejillas. Un pecho se acopló a su espalda. Una voz se instaló en su oreja derecha, una voz que le decía lo perfecta que era. Las sonrisas que sacaba. Una voz que provenía de un chico rubio con gafas que la admiraba desde hacía años. Ella, poco a poco, volvió a los reinos oníricos. Pero esta vez, esa sirenita acompañaba a un buzo.

-Melok

domingo, 25 de mayo de 2014

Metaliteratura

En tus labios se acumula la dulzura de mil poemas propios del Parnasianismo. Un alma más atormentada que la del propio Poe. Un ser que ansía la libertad de las damas del mar, de las sirenas. Una chica que no sabe qué hacer con su vida de la misma forma que Henry Chinaski. Como Drácula, te he buscado a través de océanos de tiempo. Como Kvothe, te he adorado sin que seas mía y te he cantado a la luz de la Luna. Como el pueblo español tras conseguir la libertad en el 36, así me siento cuando me hablas. Porque cuando desapareces y no sé de ti, lloro tu ausencia como lloró Pablo Neruda la muerte de Miguel Hernández.

-Melok

jueves, 22 de mayo de 2014

Oda al oboe

Elegante instrumento
que no lo tumba,
sino que se vale del viento.

Interpretando una dulce melodía
que despierta mi más honda alegría.
Una capa envuelve a este oboe,
de color negro, cual relato de Poe.

Un oboe lucentino,
del pueblo su brillo.
Un oboe con nombre de altar,
un oboe que me sabe a mar.
Un instrumento resplandeciente
que incita pasiones ardientes.
Una metáfora hecha poesía,
como tu felicidad hecha mi guía.

-Melok

martes, 20 de mayo de 2014

Sirena

Curvando su cuerpo
purificando su templo
nota en él las burbujas.

Un interior de odio pleno,
pero anhela el bien ajeno.
A veces tachada de bruja
por sus gustos, aficiones
o, simplemente, emociones.

Allá se encuentra, al fin serena,
nadando, mi pequeña sirena.

La mar adquiere un gélido negro.
La noche se hace reina de lleno.

Alejándose...
Al ej án do se...
A l e j á n d o s e . . .

Aparece en el mundo real,
sin agua a su alrededor.
¡Maldita seas, realidad!
¡Por qué no eres imaginación!

-Melok